Ayudar a la gente joven a tener un buen conocimiento de su salud reproductiva les ayudaría a tomar decisiones informadas sobre su futuro
¿Crees que te habría influido que a una edad temprana, en la escuela, te hubieran hablado de tu propia fertilidad? ¿Te parecería útil que se incluyera educación sobre la fertilidad en el temario de alguna asignatura? ¿Cuáles son los pros y contras de enseñar a los niños sobre su propia fertilidad? ¿Qué sabe la gente joven?La primera pregunta a responder es si actualmente la gente joven sabe suficiente sobre su futura fertilidad. Con el gran número de historias que salen en los medios relacionadas con los riesgos de “dejarlo para demasiado tarde”, deberíamos esperar que los más jóvenes estuvieran informados sobre su reloj biológico.
Sin embargo, una reciente encuesta realizada a más de mil personas en el Reino Unido puso de manifiesto que la mayoría no eran conscientes de cuando su fertilidad empezaría a descender, y este no es el primer estudio que llega a esta conclusión. La gente joven tiende también a sobreestimar las oportunidades de conseguir su embarazo cada mes e infravaloran el riesgo de aborto. No siempre son conscientes de la forma en la que el estilo de vida -la alimentación, el peso, el consumo de alcohol o drogas- puede afectar a su fertilidad, y muchos desconocen además los riesgos para la fertilidad derivados de las enfermedades de transmisión sexual. Los que están en contra ¿Por qué no enseñar a los más jóvenes más sobre su fertilidad en la escuela para asegurar que están correctamente informados? Aquellos que están en contra de hacerlo temen que hablar a los alumnos sobre infertilidad conllevase un incremento de los embarazos no deseados y las enfermedades de transmisión sexual en adolescentes. Se asume que la gente joven se arriesgaría más si supieran que quedarse embarazada no siempre es tan fácil como parece. Otros sugieren que mencionar la infertilidad en la escuela añadiría presión a las que ya tienen los jóvenes. Creen que hablar de este asunto significaría lanzar preocupaciones adultas a alumnos que están en una edad en la que deberían disfrutar de la vida, en vez de focalizarse en preocupaciones de posibles problemas en el futuro. Actualmente, la mayoría de mujeres no están preparadas para tener hijos a la edad en la que su reloj biológico lo está. Con cada vez más mujeres que llegan a la educación superior, simplemente no es realista esperar que todas tengan hijos a los veinte. Seguridad económica, encontrar una pareja y tener un hogar puede que sean los obstáculos a la maternidad, y saber que el reloj biológico sigue avanzando no lo hace nada fácil. Los que están a favor
La mayoría de los que están a favor de introducir la educación sobre fertilidad se relacionan en el trabajo con gente que está teniendo problemas de fertilidad, y ven de primera mano la forma en la que la desinformación puede afectar a las decisiones que cada uno toma. Aunque los adultos sean conscientes de los efectos de la edad en su fertilidad, muchos son demasiado optimistas sobre lo que un tratamiento de fertilidad puede conseguir. Muchas veces se sorprenden al saber que las probabilidades de éxito de un tratamiento de fecundación in vitro disminuyen también a mayor edad, y que el tratamiento con óvulos de donante puede ser la mejor opción para la mayoría de mujeres de cierta edad. Las propuestas relacionadas con educación sobre la fertilidad no se centran en educar a los niños sobre infertilidad, sino en hacerlos conscientes de lo que es la fertilidad de modo que conozcan mejor cómo funciona su cuerpo. La intención es ayudar a la gente joven a tener un buen conocimiento de fertilidad y salud reproductiva, de forma que estén equipados con la información adecuada para poder tomar decisiones con información sobre su propio futuro.