El laboratorio de Eugin cuenta con la tecnología time-lapse: una herramienta que permite un seguimiento ininterrumpido del embrión
“Es realmente impresionante pensar que ese pequeño embrión que hoy observo perfectamente se convertirá, nueve meses después, en un niño”. El Dr. Albert Obradors, al frente del laboratorio de la clínica Eugin, lleva más de diez años observando la evolución de los embriones, pero reconoce que todavía hoy le sorprende poder contemplar este fascinante proceso.
Los primeros días de vida de un embrión se producen cambios emocionantes. Una vez el ovocito es inseminado, empieza a dividirse en células cada vez más pequeñas hasta que puede transferirse al útero. Todo este proceso se puede observar de cerca gracias a time-lapse, una herramienta que permite el seguimiento continuo del embrión mediante la toma de una secuencia de fotografías.
Cómodo y seguro en la incubadora
Las imágenes se obtienen discretamente, mientras el embrión está cómodo y seguro dentro de su incubadora, sin ningún tipo de molestia externa. Así, gracias a time-lapse ya no es necesario tener que abrir la incubadora para extraer el embrión y poder observar su morfología. De esta manera, obtenemos el video de sus primeros días de vida sin alterar las mejores condiciones para su desarrollo: el embrión no se da cuenta que estamos asistiendo a su evolución.
Además de la emoción que puede suponer para los futuros padres observar a los embriones con tanto detalle desde su comienzo, los expertos no descartan que en un futuro el uso de time-lapse pueda significar una mejora en las probabilidades de embarazo.
Un potencial por descubrir
Así, es posible que pronto podamos seleccionar el embrión con más opciones de generar un embarazo según la información que revelen las imágenes obtenidas con time-lapse. “Aunque a día de hoy no podemos afirmar que la herramienta mejore los resultados clínicos de un tratamiento de fecundación in vitro”, explica el Dr. Obradors, “sí es cierto que existen varios estudios que apuntan en esta dirección”, asegura.
En Eugin no hemos dudado en poner esta tecnología a disposición de nuestros pacientes, siendo muy claros en todo momento sobre cuáles son sus posibilidades actuales y siguiendo de cerca la investigación de sus potenciales usos en el futuro.