La medicina no conoce realmente la causa por la que algunas mujeres agotan antes su reserva ovárica
La insuficiencia ovárica primaria (IOP) o menopausia precoz se define por el cese del funcionamiento normal de los ovarios en mujeres de menos de 40 años. No se trata de algo raro, puesto que afecta a 1 de cada 1000 mujeres de 30 años y 1 de cada 100 mujeres de 40 años.
Las causas son múltiples y no siempre claras. La medicina no sabe bien qué es lo que causa que unas mujeres agoten antes su reserva ovárica, o por qué los ovarios dejan de funcionar correctamente. Así, la mayoría de veces esta disfunción queda sin explicación (más de un 80% de los casos) y no existe, por ahora, ningún tratamiento médico. El diagnóstico de la IOP es muy difícil de entender y de aceptar, ya que se trata de un proceso irreversible, lo que implica que las posibilidades de embarazos naturales son casi nulas.
La llegada de esta noticia es como un jarro de agua fría, un auténtico cataclismo para las parejas que la reciben, llenas de amor, esperanza y proyectos. Para una mujer que todavía no ha llegado a los 40, no es nada fácil que le digan que tiene menopausia o que está a punto de tenerla. Así, es común que tras este diagnóstico surjan ideas negativas, además de experimentar en cierto modo un desfase con respecto a sus amigas que están embarazadas o que están buscando un bebé, y que no se sienten en absoluto amenazadas por la menopausia. Puede resultar difícil compartir con ellas o con su entorno su angustia, dado que se trata de una situación que poca gente entiende o experimenta, y podemos llegar a sentirnos solas y aisladas. En ese caso, un profesional puede ayudarte a sobrellevar esta noticia.
A nivel físico, la menopausia precoz viene acompañada de un aumento de peso, irritabilidad o incluso crisis de ira incontrolables, cambios de humor, sofocos y sudoración nocturna. Hay que añadir además un riesgo incrementado de trastornos cardiovasculares y de fracturas, debido al descenso repentino de hormonas. Sin olvidar la sequedad vaginal y una disminución del bienestar sexual, que conlleva un menor deseo. Es importante hablar de ello con la pareja para que la vida sentimental no se deteriore. Su apoyo y su comprensión son esenciales.
Las mujeres a las que se les diagnostica menopausia precoz y que no han podido cumplir su deseo de experimentar la maternidad, tienen la posibilidad de quedarse embarazadas gracias a la donación de ovocitos. El porcentaje de éxito es muy elevado. Ahora bien, en este caso hay que superar primero el duelo del hijo genético. Algunas necesitarán más tiempo que otras. No hay que dudar en acudir a grupos de ayuda para expresarse y gestionar los sentimientos que provoca esta situación. Las mujeres y las parejas que están enfrentándose a lo mismo pueden ayudarte. Por último, la hormonoterapia, aunque no te permita lograr un embarazo natural, sí te ayudará a recuperar el equilibrio interno y una cierta armonía entre un cuerpo que comienza a marchitarse y un espíritu en plena flor de la vida.
Después de terminar sus estudios, Frédérique Vincent hace la maleta y se va a Inglaterra. Allí, conoce a su futuro marido. Se casan en 2008. Los meses y los años pasan muy rápido sin que llegue el embarazo. Al principio, no importa: están muy ocupados con su tiempo de ocio, el deporte, los viajes. Después, el deseo de tener un hijo se convierte en una obsesión. Cuando empieza el tratamiento de fertilidad, decide empezar a escribir su diario de mujer infértil. Muy rápidamente, su entorno le anima a seguir dando su testimonio… Actualmente, es madre de tres niños y autora de La promesse du mois, libro testimonio de la infertilidad.