Ginevra y Daniela Vertemanti (Gine & Verte) consiguieron ser madres tras un proceso largo y difícil que les comportó varios tratamientos de reproducción asistida y en el que echaron en falta espacios en los que informarse al detalle de las técnicas, posibilidades y sensaciones de estos tratamientos. Por este motivo, ahora ya felices con su hija, esta pareja de mujeres italianas ha decidido abrir un blog que responda a todas las preguntas y dudas que ellas tuvieron en su momento. Aquí nos explican su proceso y sus ganas de ayudar a otras parejas homosexuales.
¿Qué os ha llevado a abrir un blog para contar vuestra historia?Recordamos noches de búsqueda en Internet, decepciones por la falta de información, desaliento y soledad por no poder compartir esta lucha con nadie… En Italia hay mucho misterio, vacíos legislativos y abandono en torno a la fecundación in vitro (FIV). Buscábamos un sitio en el que recibir información de manera rápida y fácil y nunca encontramos nada parecido, y así nació Mamma Lesbica, un blog enteramente dedicado a las mujeres que, igual que nosotras, tienen que recurrir a la reproducción asistida para ser madres.
¿Qué dudas habéis tenido antes de enfrentaros a la reproducción asistida?
Ha habido muchísimas. Lo primero ha sido elegir quién de las dos llevaría a cabo el embarazo. Después, nos hemos preguntado de todo: ¿cuánto cuesta de verdad y cuánto dura el tratamiento?, ¿cuántos tratamientos podremos permitirnos si va mal?, ¿podremos compaginarlo con el trabajo?, ¿cómo se lo tomará la familia?, ¿cómo reaccionará mi cuerpo?, ¿la pareja aguantará ante las dificultades? Luego, al empezar el tratamiento, llegan muchas más dudas. Por este motivo estamos trabajando en las primeras Guías Completas sobre la FIV en Italia para contestar todas estas preguntas y muchas más. ¿Cómo evaluáis vuestra experiencia con la reproducción asistida?Es una marea de sensaciones tanto positivas como negativas, y sobre todo de mucha concienciación. Emprender el tratamiento en el extranjero implica tener preocupaciones extra porque no tienes un soporte físico en Italia ni en tu lengua y esto genera desconcierto. Además, no siempre se consigue encontrar un ginecólogo experto en la materia, que esté dispuesto a colaborar con una clínica extranjera y a asumir las responsabilidades de un tratamiento externo.¿Tenéis un buen recuerdo de este camino?En lo puramente fisiológico, no podemos decir que haya sido una experiencia bonita porque hemos pasado por tres inseminaciones artificiales y dos FIV. Sin embargo, al ponerte a prueba así en lo físico y lo emocional solo puedes salir más fuerte. Quienes tocan fondo encuentran otra vez la fuerza dentro de sí para levantarse de nuevo y volver a empezar. Y esto es lo que nos ha pasado a nosotras. Luchar tanto ha reforzado nuestra relación y madurez como mujeres, compañeras y madres. Hemos aprendido que el corazón gana siempre a la mente.
¿Qué diríais a una pareja de mujeres que dudan sobre si recurrir a la donación de semen?
Que no permitan que el miedo anule su deseo de maternidad. La técnica permite afrontar este proceso con tranquilidad. Quizás el mayor problema es la parte económica y emotiva, por lo que es importante contar con una clínica que esté especializada también en el aspecto humano. También les diríamos que no tengan remordimientos por el simple hecho de recurrir a medios de reproducción no naturales: la familia nace del amor y de la unión, y este es el acto de amor más grande que se puede hacer.¿Habéis planeado cómo explicaréis a vuestra niña como fue concebida?Intentaremos hacerle entender cuánto la habíamos deseado antes de que ella tenga las primeras preguntas y sabrá cuánto fue amada ya antes de llegar al mundo. También le contaremos cómo, cuándo y por qué la buscamos con la sinceridad y simplicidad que se merece un niño.