La transferencia embrionaria es, junto al momento de realizar el test de embarazo, uno de los momentos culminantes del tratamiento de reproducción asistida. Una vez se ha realizado la punción folicular y se ha fecundado el ovocito en el laboratorio, el embrión se empieza a desarrollar: sólo quedará transferirlo al útero de la futura mamá. Ahora bien, esta transferencia puede producirse en el día 2-3 tras la punción o bien en el día 5-6. ¿De qué depende? De la mano de la Dra. Clara Colomé, especialista en reproducción asistida de Eugin, te damos la respuesta.
Aunque el día de la transferencia varía según la historia médica de cada paciente, lo más frecuente es realizarla entre el día 2 y 3 después de la punción
“En un embarazo natural, el embrión llega al útero y se implanta en el endometrio en el día 5-6 de vida”, asegura la doctora Colomé. “En un laboratorio de reproducción asistida, sin embargo, la evolución del embrión en la incubadora del día 3 al 5 es más delicada: es cuando pasa de ser un organismo de 4-8 células a un blastocisto con cientos de células. Si esperamos hasta el día 5, corremos el riesgo de que ningún embrión llegue en buenas condiciones y se tenga que anular la transferencia”, continúa.
Es por este motivo que la mayoría de las transferencias se realizan en los días 2-3 tras la punción. “En este momento el embrión está en una fase de desarrollo, pero en el laboratorio podemos asegurarnos que se dan las condiciones necesarias para que éste sea el correcto”, asegura la doctora.
Estrategia en fallos de implantación
En algunas mujeres, sin embargo, se valora la opción de realizar la transferencia en el día 5, cuando el embrión ya se ha convertido en blastocisto. “Es el caso de pacientes en las que, tras haber realizado varias fecundaciones in vitro con transferencia a día 2-3, se han producido varios fallos de implantación”, asegura la Dra. Colomé. “De todas formas, se trata de una opción que nos planteamos con la paciente antes de la transferencia, pero que después siempre valoramos a día 3 junto con los biólogos, quienes nos aconsejan sobre si es recomendable esperar al día 5 o no, según el número de embriones disponibles y su desarrollo”, afirma.
Realizar la transferencia a día 5 es una opción que también se tiene en cuenta en aquellas mujeres en las que se transferirá un solo embrión con el fin de evitar un embarazo gemelar, bien sea por deseo expreso o por indicación médica -en casos de diabetes o hipertensión.
Valorar caso a caso
En cualquier caso, es necesario tener en cuenta las circunstancias particulares de cada paciente para decidir cuál es el día más adecuado para realizar la transferencia embrionaria. En esta decisión estará implicado el médico que supervisa el tratamiento, que decidirá según la historia de la paciente si es necesario cambiar el día de la transferencia.
La decisión, además, puede tomarse también cuando el embriólogo observa los embriones. “Es posible, por ejemplo, que esté prevista una transferencia a día 3, pero que en el momento en el que el embriólogo observa los embriones considere que por el número y desarrollo de los mismos sea preferible posponer la transferencia para hacer una mejor selección”, explica la Dra. Colomé. “Esta es una posibilidad que se comenta con la paciente, y la decisión final se toma conjuntamente con el médico”, concluye.