Para algunas mujeres, congelar los propios óvulos es importante a la hora de trasmitir su herencia genética
Hace unos meses, Silvia decidió congelar sus óvulos. Acaba de cumplir 33 años, y sin pareja a la vista ni intención ninguna de ser madre ahora, pensó que era la mejor solución. Pero hubo también otro factor decisivo: la importancia de transmitir a su futuro hijo o hija su carga genética, su ADN.
A Silvia no le había importado mucho esto –es más, apenas había pensado en ello—, hasta que coincidió con una amiga a la que hacía mucho tiempo que no veía. Su amiga le contó que hacía un par de años que se había sometido a un tratamiento de reproducción asistida y que había tenido que recurrir a la donación de óvulos. Al principio le había costado asumir que su hijo no tendría su carga genética y le preocupaba que no se le pareciera. Sin embargo, su hijo compartía sus mismos rasgos con ella y su marido: color de ojos, de pelo, tono de piel… ¡e incluso le habían dicho que llegaría a ser tan alto como su padre!
La importancia de transmitir
Para Silvia, el hecho de que su futuro hijo o hija comparta su ADN, al menos por su parte, es importante. Por ello, la congelación de óvulos le permite que, en el supuesto de que quiera ser madre y no tenga pareja o en el de que su pareja tenga problemas de fertilidad, sus óvulos se encuentren en buenas condiciones para someterse a un tratamiento de reproducción asistida.
“Todavía no sé cuándo quiero ser madre”, cuenta Silvia, “pero sí quiero que mi hijo o hija tenga mi ADN, que pueda decir que lleva mis genes. En definitiva, me gustaría que me dijeran que ha salido a mi abuela, o que ese remolino es mío, o que tiene los ojos de mi padre”. Los factores no hereditarios también son importantes: la alimentación, el entorno y la educación influyen igualmente en el desarrollo de las criaturas, pero la herencia genética sigue siendo importante para muchas parejas que se someten a tratamientos de fertilidad. “No quiero tener que arrepentirme si en un futuro quiero ser madre y mis óvulos no tienen suficiente calidad: si me los guardo ahora sé que aplazo esta decisión y, al mismo tiempo, me aseguro de poder usar mis propios óvulos, no los de una donante”, sentencia.