En Eugin nos preocupa el impacto ambiental de nuestra actividad. Es por eso que aprovechamos el cambio de sede, en 2019, para implementar algunos cambios que convirtieran nuestras nuevas oficinas en un ejemplo de uso eficiente de energía y de ahorro energético. Concienciarnos sobre la cantidad de energía que desperdiciamos cada uno de nosotros a diario es muy importante para valorar la importancia de consumir energía de manera responsable. Desde Eugin queremos sumarnos a la eficiencia energética adaptando el consumo de energía a nuestras necesidades, convirtiendo nuestro día a día en mucho más eficiente.
Esta afirmación la podemos hacer con la seguridad que nos ofrecen unos valores que demuestran claramente la optimización de nuestro consumo energético. Lo habitual es que, si se amplía la superficie en la que se distribuyen los equipamientos, el consumo de energía aumente. No obstante, en nuestro caso, a pesar que con el cambio de sede en Barcelona, hemos duplicado el espacio (hemos pasado de 3.800 m2 a 8.000 m2), hemos mantenido el mismo consumo.
¿Cómo se consigue?
Para conseguir este objetivo hemos implementado un proyecto para adaptar diferentes aspectos de nuestro modelo de consumo de energía. Los cambios aplicados abarcan desde los detalles más básicos hasta la instalación de un sistema que nos permite ser mucho más autónomos en la producción de energía. Este sistema abarca desde el sistema de iluminación, la generación de energía eléctrica, el sistema de ventilación y el de climatización.
El Área de Servicios Generales en Eugin gestiona la iluminación y la climatización del edificio con un sistema llamado BMS (Building Management System). Este sistema nos ofrece diferentes opciones de programación para ser más eficientes, así como el control del apagado de las luces de todo el edificio. “La gestión nos permite optimizar el consumo energético, controlando que durante los periodos establecidos por horarios no quede ninguna luz encendida en la clínica. O disminuir el sistema de climatización en modo reposo. Un buen ejemplo de esta gestión fue durante el confinamiento a causa de la COVID-19, ya que deshabilitamos la iluminación y el sistema de climatización de las plantas de oficinas, consiguiendo así un ahorro energético importante“, explica Marc Ramos, Director de Eugin España.
Además, todas las luces del edificio son LED y en zonas como los baños, los pasillos y las zonas comunitarias funcionan con sensores de movimiento, garantizando que únicamente se encienden cuando es necesario y minimizando el gasto innecesario que puede provocar el olvido de apagar la luz al salir.
En la cubierta del edificio están instaladas 54 placas solares repartidas en una superficie de 90 m2, la cubierta útil del edificio, que está dividida en 3 bloques. Así se puede aprovechar la luz del sol para producir parte de la energía eléctrica que se necesita para el correcto funcionamiento de la clínica. Con estos paneles conseguimos producir unos 17.000kw al año, una cifra nada despreciable. Para poderlo dimensionar, de media, en un hogar, se consumen anualmente 3.487kw/h.
El sistema de climatización también ha sido un aspecto en el que hemos aplicado acciones para optimizar su funcionamiento. La instalación de una bomba de calor con recuperación que funciona con gas natural hace posible producir agua fría. Los equipos aprovechan la energía sobrante para, a través de un intercambiador, calentar el agua e introducirla en el circuito de agua caliente de calefacción.
El sistema de ventilación se ha confeccionado en base a recuperadores con variador de frecuencia y sondas de monóxido de carbono. Así, se cumplen tres funciones básicas para la buena calidad del aire: renovar el aire del interior de un espacio, climatizarlo y a la vez ahorrar energía. Con este funcionamiento se consigue recuperar un porcentaje muy elevado de la energía usada. Además, este sistema recuperador de calor es autónomo, se autorregula dependiendo de la demanda y de la concentración de oxígeno que hay en los diferentes espacios de la clínica.
No nos conformamos
En Eugin somos inconformistas y siempre queremos seguir mejorando, tanto en los servicios que ofrecemos a nuestras pacientes como en proyectos como este. Siempre se puede optimizar más los resultados y, en este sentido, estamos trabajando en otros proyectos que nos permitirán seguir reduciendo el gasto energético.
Entre ellos está la instauración del sistema DALI (Digital Addressable Lighting Interface), que nos permitirá mejorar la gestión de la iluminación en la clínica. Nos ofrecerá la posibilidad de controlarla digitalmente y que sea autorregulable, en función de la cantidad de luz solar que puede entrar del exterior. En la zona del parking de las instalaciones también queremos aportar mejoras de iluminación substituyendo las bombillas actuales por LED e instalar el mismo sistema que hay en pasillos, baños y zonas comunitarias, sondas de presencia.
Todos estos cambios se realizan con el objetivo de garantizar los tres pilares de la filosofía de eficiencia energética: aprovechar la energía que se genera, utilizarla de un modo eficiente y evitar desperdiciarla.