Las hormonas tiroides son necesarias para el desarrollo del feto, de manera que es posible que te preguntes si teniendo hipotiroidismo puedes sufrir problemas durante el embarazo.
La glándula tiroides está localizada en el cuello y su función es la de regular, mediante las hormonas tiroideas, una enorme cantidad de procesos que constituyen el metabolismo del cuerpo: cómo usamos la energía, cómo regulamos la temperatura, etc.
El hipotiroidismo (tener un déficit de hormonas tiroideas) es un problema muy frecuente. También la glándula se puede alterar durante el embarazo sin que exista un hipotiroidismo anterior a la gestación.
Síntomas de alteraciones de la glándula tiroides en el embarazo
Durante el embarazo, es común que se produzcan cambios en la función de la glándula tiroides debido a las fluctuaciones hormonales. Tanto los estrógenos como la hormona gonadotropina coriónica humana (hCG), responsable de que las pruebas de embarazo salgan positivas, influyen en la glándula tiroides y pueden producir que esta se altere durante el embarazo.
Dado los diferentes tipos de alteraciones, conviene separar los síntomas característicos de las alteraciones de la glándula por dos tipos.
Hipotiroidismo en el embarazo
El hipotiroidismo ocurre cuando la glándula tiroides no produce suficiente hormona tiroidea. Los síntomas de hipotiroidismo gestacional, esto es: durante el embarazo, pueden incluir:
- Fatiga y debilidad generalizada.
- Aumento de peso sin una razón aparente.
- Sensación de frío excesivo.
- Estreñimiento.
- Piel seca y cabello quebradizo.
- Hinchazón en el rostro y extremidades.
- Bradicardia (ritmo cardiaco más lento de lo normal).
- Dificultades de concentración y memoria.
- Depresión o cambios en el estado de ánimo.
Hipertiroidismo en el embarazo
Cuando la glándula tiroides produce un exceso de hormona tiroidea, se dice que existe un hipertiroidismo. Los síntomas de hipertiroidismo durante el embarazo pueden incluir:
- Palpitaciones o taquicardia (ritmo cardiaco acelerado).
- Sensación de nerviosismo o ansiedad.
- Aumento de la sudoración.
- Pérdida de peso sin una razón aparente.
- Temblores en las manos.
- Fatiga y debilidad muscular.
- Irritabilidad y cambios en el estado de ánimo.
Complicaciones derivadas de tener hipotiroidismo en el embarazo
Los trastornos de la glándula tiroides que no se tratan durante el embarazo pueden llevar a complicaciones importantes tanto para la madre como para el bebé:
- Aborto espontáneo: especialmente durante el primer trimestre del embarazo.
- Preeclampsia: las mujeres con hipotiroidismo tienen un mayor riesgo de desarrollar preeclampsia, una condición que puede llegar a tener complicaciones severas.
- Parto prematuro.
- Bajo peso al nacer y retraso en el desarrollo fetal.
- Hipotiroidismo congénito: si el hipotiroidismo no se trata adecuadamente durante el embarazo, puede aumentar el riesgo de que el bebé nazca con hipotiroidismo congénito, lo que requiere tratamiento inmediato después del nacimiento.
- Incluso puede influir en problemas en la lactancia.
Por lo tanto, si existe un problema antes del embarazo, este debe ser controlado previamente a la gestación. Por si algunas de las consecuencias de tiroides en el embarazo que hemos visto puede ocurrir. Y si aparece cuando ya estás embarazada, hay que controlarlo bien durante todo el embarazo.
¿Cuál es la TSH ideal para el embarazo?
El rango de referencia normal para los niveles de TSH en mujeres no embarazadas suele ser de 0,4 a 4,0 mIU/L. Sin embargo, durante el embarazo, se considera que los niveles normales de TSH son más bajos. Podemos decir que el rango normal en el primer trimestre suele estar entre 0,5 a 2,5 mIU/L. Y en el segundo y tercer trimestre, alrededor de 0,5 a 3,0 mIU/L.
De cualquier manera, es importante recordar que cada embarazo es único y que el valor de la TSH debe interpretarse junto con otros parámetros como los niveles de T4 (tiroxina).
Tratamiento del hipotiroidismo en el embarazo
Aunque tengas hipotiroidismo, puedes quedarte embarazada. El tratamiento para el hipotiroidismo se basa en proporcionar a la mujer esa hormona que le falta. Esto se hace mediante una hormona tiroidea sintética llamada levotiroxina, idéntica a la que produce el cuerpo de forma natural y que ayuda a corregir esos niveles bajos en sangre. Las dosis de hormona tiroidea necesitan ajustarse varias veces durante el embarazo, así que se realizarán análisis de sangre periódicos para controlar los niveles y asegurarnos de que todo está funcionando de manera correcta.
Junto a esta hormona, es conveniente modular el sistema inmune a través del descanso, la actividad física o la alimentación, como vimos cuando hablamos sobre hipotiroidismo y fertilidad. Después de todo, el embarazo de una mujer con hipotiroidismo requiere de un control cercano por parte tanto del obstetra como del endocrinólogo, pero no existe ninguna razón para que no llegue a un final feliz.