Nuestro reto: vencer miedos y temores y establecer un vínculo que resulte gratificanteCruzar el umbral de la puerta de una clínica de reproducción asistida suele venir precedido de meses de dudas, de ansiedad, y de búsqueda de respuestas al porqué y a cómo solucionar su problema de fertilidad.
Es habitual creer que esta situación sólo la vive ella, y que nadie lo puede entender. Hoy, miles de mujeres están viviendo lo mismo, y nuestra misión es, precisamente, ayudar a vencer estos miedos y temores y establecer con ella un vínculo emocional gratificante. Con estas palabras Olga Bautista, psicóloga de la clínica Eugin – uno de los primeros centros de Reproducción Asistida Europeos – nos introduce en su labor diaria en Eugin.
Por ello, – prosigue – es importante que cuando lleguen a nuestro centro, se encuentren lo más cómodas posibles. Sólo así, sostiene Bautista, podemos ayudarlas a llevar a cabo el tratamiento de forma positiva. Éste es, en definitiva, nuestro reto y donde, en la clínica Eugin, concentramos nuestros esfuerzos. “Consideramos como parte del éxito del tratamiento que la mujer se sienta cómoda, entendida y acompañada”, concluye.
Desde hace ya varios años, en la clínica Eugin se tienen muy en cuenta las emociones, pensando en personas, no en pacientes, analizando cómo se sienten, cómo viven y cómo expresan el proceso por el que están pasando…. Nuestro primer objetivo es que la mujer se sienta apoyada y entendida en cada momento del proceso.
Hay que entender lo que siente la paciente
Según Bautista, para conseguir este entorno ideal, “buscamos comprender como se siente la mujer, lograr la máxima empatía para generar un vínculo, una cierta complicidad”. Para lograrlo hemos de saber escuchar y entender las complejas situaciones y circunstancias personales y de pareja que rodean cada caso.
Nuestro papel es ofrecerles las mejores respuestas, el mejor apoyo y la información más adecuada en cada momento. En definitiva, acercarnos a cada mujer, entender su estado de ánimo, escucharle activamente, buscando ese vínculo especial y gratificante a través del cual las relaciones fluyen y el tratamiento resulta más fácil. Esta es la filosofía con la que la clínica Eugin trabaja desde el 2011, fecha en la que todos sus colaboradores reciben una formación específica sobre la empatía.
Sin ir más lejos y parafraseando a la directora de Eugin, Valérie Vernaeve, “la mejor satisfacción que podemos tener es ver a una mujer salir de la clínica con una gran sonrisa. Este es nuestro objetivo, nuestro leit motiv”.