Muchas mujeres se plantean si deben controlar su endometrio cuando inician un tratamiento de reproducción asistida. Te explicamos cuándo es necesario hacerlo y por qué “El endometrio es uno de los lugares más importantes del cuerpo de una mujer cuando esta se está preparando para un embarazo”, asegura el Dr. Ricard Vidal, médico especialista de Clínica Eugin. “Se trata del lugar en el que el embrión se implantará una vez realizada la transferencia en el útero de la mujer, y aunque no podemos decir que el aspecto del endometrio tenga relación con la probabilidad de conseguir el embarazo, a veces es necesario controlar su desarrollo”, asegura.
El endometrio es la mucosa que se encuentra dentro del útero, y que durante un ciclo menstrual va cambiando con tal de asegurar las mejores condiciones para que cuando llegue el embrión éste pueda implantarse correctamente y el embarazo siga su curso.
En un tratamiento de reproducción asistida, las características del endometrio se observan mediante una ecografía, que nos muestra cuál es su aspecto y su grosor. En la mayoría de los casos, sin embargo, no es necesario realizar un seguimiento del mismo, puesto que la mayoría de las mujeres tienen un endometrio totalmente normal.
¿En qué casos se controla?
Este seguimiento suele hacerse al mismo tiempo que se evalúa cómo funcionan los ovarios de la mujer. “El control del endometrio es recomendable, aunque no imprescindible, en mujeres que siguen un tratamiento de fecundación in vitro con donación de óvulos en caso que exista o bien menopausia o antecedentes de falta de desarrollo del endometrio”, explica el Dr. Vidal. “Según el caso, se realizará un seguimiento para observar su desarrollo, y si es necesario, la mujer seguirá un tratamiento hormonal para lograr que el endometrio se desarrolle adecuadamente y conseguir así unas condiciones óptimas para que el embrión pueda implantarse”, afirma. Nuevas técnicas diagnósticas“Actualmente no existe un consenso sobre que el grosor del endometrio sea determinante para conseguir una correcta implantación”, explica el doctor. “Nuestra experiencia, además, nos permite afirmar que no existe un grosor mínimo que haga incompatible el embarazo: en Eugin hemos conseguido que mujeres que tenían un endometrio muy fino se quedaran embarazadas”, asegura. Actualmente, están apareciendo nuevas técnicas de diagnóstico que ayudan a realizar una mejor valoración del estado del endometrio y aportan más información sobre su nivel de desarrollo. “Aunque estas técnicas están actualmente en vías de desarrollo, no podemos descartar que en un futuro puedan contribuir a mejorar las tasas de gestación de nuestras pacientes, haciendo así posible nuestro objetivo: que más mujeres puedan conseguir su sueño de ser madres”, concluye el doctor. ¿Tienes alguna duda sobre este o cualquier otro tema? Puedes escribirnos un comentario a continuación y un médico de nuestro equipo te responderá personalmente.