Ser positivas, confiar en vosotras y en el tratamiento, centrarse en el propósito y en el éxito, superar los obstáculos
Cuando una mujer o una pareja se somete a un tratamiento de reproducción asistida, el anuncio de alguien del entorno de un embarazo es una prueba difícil de vivir, algo muy delicado de escuchar, especialmente si se han sufrido varios fracasos y se tiene la impresión que nunca llegará a embarazarse. Todo se vuelve delicado. En el día a día se intenta con esfuerzo no estar desanimada y tener momentos de felicidad. No obstante, el anuncio del embarazo nos recuerda que nuestro vientre está vacío y es cuando aparecen las lágrimas, un nudo en el estómago, un sentimiento de injusticia, emociones incontrolables…
Es absolutamente normal que estando en tratamiento las madres, las futuras madres, las mujeres embarazadas y los recién nacidos sean las personas con las que menos os apetezca relacionaros. ¡No hay que culpabilizarse! ¡No sois egoístas, ni inhumanas! Estáis simplemente atravesando una de las pruebas más difíciles de vuestras vidas y no vais a saltar de alegría cuando una pareja o mujer os anuncia esta noticia mientras vosotros vivís vuestra particular pesadilla. No es extraño que encontréis esta situación injusta y que sintáis tristeza y celos. Esta pareja o mujer está realizando ese sueño que vosotros deseáis tanto. Eso por lo que vosotros perseguís con tratamientos duros física y mentalmente. En esta situación los celos son un sentimiento habitual. No hay que culpabilizarse por llorar y dejar ir vuestras preocupaciones. Vuestras emociones están a flor de piel, estáis muy sensibles y hay temas que no se pueden abordar serenamente con vosotros en estos momentos.
He aquí algunos consejos para que el anuncio de un embarazo cercano resulte menos dañino:
En primer lugar, debéis consideraros todos los días como una futura mamá y no como una mujer sin hijos. Tratad de ser positivas a pesar de los intentos y los fracasos, confiad en vosotras mismas y concentraos en un único objetivo: ser madre. Centraos en vuestros propios éxitos, en los obstáculos que habéis superado desde el inicio de este recorrido más que en el momento presente y este anuncio desestabilizante. No sois incapaces, simplemente la cigüeña está teniendo dificultades para encontrar vuestra dirección…
No os comparéis a los otros. Al final, ellos no son responsables y aunque el mundo entero parase de tener hijos para aliviaros, esto tampoco resolvería el problema.
Por último, recordad que los profesionales y el equipo médico que os acompañan se han enfrentado anteriormente a numerosos casos de infertilidad. En vuestro caso, el anuncio se ha simplemente retrasado y pronto os tocará a vosotros el momento de proclamar alto y claro vuestro embarazo y de llorar de alegría… lágrimas de felicidad esperadas y bien merecidas…