En su cuarta edición el Congreso Internacional EBART (Evidence-based Assisted Reproduction Technology), reunió de nuevo a los mayores expertos en reproducción asistida del mundo. Organizado por el Grupo Eugin y codirigido por Rita Vassena, directora científica del Grupo Eugin; y Amelia Rodríguez-Aranda, directora médica del Grupo Eugin, EBART tuvo lugar los días 9, 10 y 11 de marzo 2022 con un panel de 14 nuevos ponentes y una asistencia récord de 2.300 profesionales inscritos de 53 nacionalidades diferentes.
Un evento para hablar de retos
El objetivo del congreso no es más ni menos que generar conversación científica sobre reproducción asistida, además de compartir conocimiento entre los especialistas, todo bajo el marco de la evidencia científica.
En esta cuarta edición EBART se dividió en 5 interesantes sesiones en torno a estos temas de actualidad del sector:
- Un bloque para hablar de PGT o test genético preimplantacional: cómo se está utilizando actualmente y cuáles son sus posibilidades en el futuro.
- Cómo enfocar el trato médico hacia las pacientes. La importancia de recalcar las buenas prácticas en el acceso y el asesoramiento a tratamientos de reproducción asistida.
- Los nuevos desafíos tanto éticos como técnicos del sector, marcados especialmente por la pandemia de la Covid-19 en estos dos últimos años.
- Temas para debatir: fallos repetidos de implantación y el futuro de la donación de óvulos.
- El broche fue abordar la comunicación de las clínicas con las pacientes, basada en la evidencia científica. Un bloque en el que contamos con la participación de la escritora y paciente inglesa Katy Lindemann para dar el punto de vista externo al equipo clínico. Katy explicó, entre otras cosas, lo necesario que resulta para las pacientes tener más información clara y concisa, especialmente cuando hablamos de consentimientos médicos. Además de reclamar más honestidad en los resultados de todas las técnicas recomendadas en los tratamientos.
Conclusiones basadas en la evidencia científica
Seguir un estilo de vida saludable mejora las oportunidades de embarazo tanto en procesos naturales como de reproducción asistida. Esta es una de las principales conclusiones a la que han llegado, desde diferentes campos de estudio, los ponentes.
Por una parte, la doctora Karinna Lattes, especialista en reproducción asistida de CIRH, señala que la infertilidad de origen desconocido afecta al 30% de las parejas que sufren infertilidad. Por ello, en este tipo de casos, es imprescindible que los especialistas intervengan con el fin de identificar minuciosamente indicadores, hábitos o prácticas que puedan estar afectando de manera negativa a la fertilidad, como el índice de masa corporal de ambos; síntomas de estrés y depresión; mala higiene del sueño; o el consumo de tabaco, entre otros.
De acuerdo con Lattes, “realizar intervenciones personalizadas del estilo de vida tiene un impacto en el incremento de las posibilidades de concepción natural en procesos de infertilidad de origen desconocido y deberían ser sistemáticamente abordadas en el asesoramiento a los pacientes. Como especialistas en esta área tenemos la responsabilidad de conseguir un balance entre eficacia, seguridad y coste en cada procedimiento”.
Desde otro campo de estudio, centrado en el análisis del fallo de implantación recurrente, el doctor Demián Glujovsky, especialista en Medicina Reproductiva de Cegyr, coincide con la doctora Lattes en que es necesario partir de un buen estado de salud en mujeres diagnosticadas con este problema antes de iniciar un tratamiento. “La condición física es un requisito fundamental como punto de partida porque, en caso contrario, no podemos realizar intervenciones diferentes y esto puede provocar, entre otras consecuencias, un impacto psicológico negativo en las pacientes”, subraya Glujovsky.
Según la doctora Rita Vassena, directora científica del Grupo Eugin y co-directora de EBART, “poner sobre la mesa y analizar conclusiones similares a las que se han llegado desde estudios, especialidades y partes del mundo diferentes, determina la importancia de encuentros como EBART, un foro en el que científicos multidisciplinares y procedentes de diversas partes del globo podemos pararnos a reflexionar sobre los avances del sector, especialmente en un momento como el actual”.
Covid-19 y reproducción: sin impacto en la fertilidad y vacuna recomendada
Por otra parte, en su intervención en este congreso, el profesor Richard Anderson, de la Universidad de Edimburgo abordó las consecuencias del Covid-19 en el ámbito de la reproducción asistida desde tres puntos de vista: el impacto del cierre de los centros durante el confinamiento; la incertidumbre sobre el impacto del virus en el embarazo y en la fertilidad; y, por último, la vacunación en las mujeres embarazadas.
En primer lugar, en cuanto al cierre de los centros de reproducción asistida, según diversos estudios, el retraso en los tratamientos afectó especialmente a las mujeres de más de 40 años y a aquellas diagnosticadas con infertilidades específicas. Influyó en menor medida a mujeres jóvenes y a parejas diagnosticadas de infertilidad de origen desconocido.
Con respecto a la incertidumbre del impacto del virus en la gestación, según un estudio lanzado en abril de 2021, esta situación provocó que el 53% de las mujeres cambiaran sus planes con respecto al embarazo. De ellas, un 72% tomó esta decisión por motivos como el miedo a los efectos secundarios del virus en la madre y el bebé o la falta de acceso a servicios médicos para retirar los dispositivos intrauterinos.
En relación con la implicación de la infección por Covid-19 en la fertilidad, la literatura científica indica que esta puede afectar a la fertilidad de los hombres a corto plazo a causa de la inflamación que causa la enfermedad, aunque estos efectos desaparecen a largo plazo, mientras que el impacto en las mujeres es menor.
Por último, en cuanto a la vacuna, los estudios coinciden en que está aconsejada durante el embarazo, tanto para quienes ya están embarazadas como para aquellas que lo están buscando. Además, señalan que la infección por Covid-19 en mujeres embarazadas puede acarrear problemas graves, mientras que la vacuna es totalmente segura para las gestantes.