La diabetes gestacional es aquella que se diagnostica por primera vez durante la gestación, y consiste en la presencia de glucemia alta durante el embarazo. Se produce cuando el cuerpo de la mujer embarazada fabrica poca insulina y la glucosa se acumula en la sangre. La diabetes gestacional suele ser un trastorno menor para la mujer gestante, pero puede ocasionar complicaciones en el embarazo sino se controla adecuadamente. No obstante, en muchas ocasiones llevar una alimentación saludable y realizar ejercicio regular es suficiente para mantener su control, aunque en ocasiones la madre necesitará someterse a un tratamiento con insulina.
¿Por qué se produce la diabetes gestacional?
La insulina es una hormona que se fabrica en el páncreas y es la responsable de convertir el azúcar que proviene de los alimentos (glucosa) y que circula por la sangre, en energía.
Durante el embarazo, la placenta libera unas hormonas que bloquean la acción de la insulina en la mujer, produciendo resistencia a la insulina. Para solventarlo, la mujer embarazada necesita una cantidad de insulina hasta tres veces superior. La diabetes gestacional se produce cuando el páncreas no puede producir toda la insulina que se necesita en el embarazo. Sin ésta, la glucosa no puede salir de la sangre para convertirse en energía dentro de las células y el nivel de glucosa sube, al acumularse en la sangre, produciendo hiperglucemia.
Existen algunos factores de riesgo que pueden favorecer su desarrollo:
- Tener más de 35 años
- Padecer obesidad o registrar un aumento de peso excesivo durante el embarazo
- Tener presión arterial alta
- Contar con antecedentes de diabetes tipo 2 en familiares de primer grado
- Contar con antecedentes de abortos de repetición
- Tener antecedentes de otros embarazos con diabetes gestacional, mortalidad o malformación fetal o partos macrosómicos (peso superior a 4 kg)
- Síndrome de ovarios poliquísticos.
¿Cuáles son los síntomas de la diabetes gestacional?
La diabetes gestacional no presenta síntomas en la mayoría de los casos, o éstos son muy leves. Por ello, habitualmente se realiza una prueba (test O’Sullivan en sangre) a todas las mujeres embarazadas entre la semana 24 y 28 de embarazo para saber si pudiesen padecerla. En las embarazadas con factores de riesgo se recomendará realizar esta prueba en los 3 trimestres del embarazo.
En los casos en los que sí se produce algún síntoma, éstos pueden ser:
- Visión borrosa
- Fatiga
- Infecciones urinarias, candidiasis vaginal
- Sed
- Incremento de la micción
¿Cómo se trata la diabetes gestacional?
A menudo se controla únicamente con una alimentación saludable y equilibrada, y ejercicio regular moderado, aunque en ocasiones será necesario un tratamiento farmacológico con insulina. El objetivo es lograr que la mujer mantenga un nivel de glucosa en la sangre equivalente al de las embarazadas sin diabetes gestacional.
La dieta resulta clave en el tratamiento de la diabetes gestacional y permite controlar las cifras de glucosa en la mayoría de las embarazadas si se sigue adecuadamente.
Para comprobar los niveles de glucosa, se suele facilitar a la mujer un glucómetro, que es un aparato mediante el cual ella misma puede realizarse un análisis de la glucosa en sangre a través de una punción en la yema del dedo. Se realiza 3 o 4 veces al día durante algún tiempo. Si se observa que los valores están dentro de la normalidad, puede reducirse la frecuencia, según indiquen los especialistas que se encarguen del seguimiento del embarazo de la mujer.
En el caso de las mujeres con diabetes gestacional que no logran controlar estos valores mediante pautas dietéticas y ejercicio físico, será necesario un tratamiento con inyecciones de insulina.
Tras el parto, la diabetes casi siempre desaparece, aunque los médicos realizarán las correspondientes pruebas para asegurarse de ello.
¿Cómo le afecta la diabetes gestacional al bebé?
Gracias a los controles y seguimientos que se llevan a cabo a las mujeres embarazadas, la diabetes gestacional es hoy un trastorno habitualmente leve para la madre sin consecuencias relevantes para su salud ni para la del bebé. No obstante, sino se controla adecuadamente sí puede acarrear algunos riesgos:
Posibles complicaciones en la mujer embarazada:
- Preeclampsia
- Diabetes futura: contarán con más probabilidades de padecer diabetes gestacional en un embarazo futuro y de desarrollar diabetes tipo 2.
- Aumento del riesgo de complicaciones en el parto
Posibles complicaciones en el bebé:
- Exceso de peso al nacer
- Obesidad
- Mayor riesgo de parto prematuro y síndrome de dificultad respiratoria.
- Hipoglucemias tras el nacimiento, debido a su alta producción de insulina.
- Mayor riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 en el futuro
- Retraso en la maduración
Si la mujer con diabetes gestacional logra mantener controlados los niveles de glucosa en sangre, evitará las complicaciones tanto para ella como para el feto. Para ello es muy importante cuidar el estilo de vida, realizar una dieta saludable y equilibrada, realizar actividad física de forma regular y mantener los controles de glucemia que el especialista le prescriba.
Someterse a pruebas de detección de diabetes gestacional entre las semanas 24 y 28 del embarazo contribuirá a su control oportuno, minimizando los riesgos para la madre y el bebé.