En el programa de la primera mesa redonda, un debate en torno a una cuestión crucial: ¿el deseo de tener un bebé es más fuerte que cualquier otra cosa?
El pasado 6 de junio, con ocasión de la semana de sensibilización hacia la infertilidad (del 4 al 10 de junio de 2018), organizamos en París, en colaboración con Doctissimo y con la asociación Collectif BAMP, media jornada de debates dirigidos por Marc Tronchot, exdirector de la redacción de la cadena Europe 1. Como tema central de esta jornada, una cuestión que nos afecta a todos de cerca o de lejos: el deseo de tener un bebé. Nuestro objetivo: ¡sensibilizar, informar y hacer reflexionar!
El evento reunió a 15 de los mejores especialistas (psicoanalistas, ginecólogos, genetistas, investigadores…) y a testigos que han seguido en persona un tratamiento de reproducción asistida. La tarde se estructuró en torno a tres mesas redondas, ilustrada cada una de ellas por un testimonio en vídeo de una pareja, Nathalie y Hugues, que se sometió a un tratamiento de reproducción asistida mediante donación de ovocitos hace ya 13 años, y padres de Léo, de 12 años.
En el programa de la primera mesa redonda, un debate en torno a una cuestión crucial: ¿el deseo de tener un bebé es más fuerte que cualquier otra cosa?
O dicho de otra manera: ¿deberíamos —o podemos— ponerle límites? ¿Es un sentimiento universal? ¿Puede aguantarlo todo? ¿Debemos asumir todos los riesgos para cumplir este anhelo? Una plétora de preguntas a las que han tratado de responder:
- La Dra. Amelia Rodríguez (Clínica Eugin).
- La Dra. Joëlle Belaisch-Allart (centro hospitalario Des 4 Villes).
- La psicoanalista Léa Karpel (hospital Foch).
- La escritora Maia Brami, autora de L’inhabitée (inédito en España).
De estos intercambios nos quedaremos, entre otras, con las intervenciones más destacadas de Maia Brami, la cual, evocando su incapacidad para tener hijos, declara: “Cuando vi que el bebé no llegaba, caí en una depresión. Me encontraba entre dos cuerpos, ni viva ni muerta. Estaba en un limbo. Tenía la impresión de no formar ya parte de la sociedad”.
Para Amelia Rodríguez, del equipo Eugin, “el deseo de tener un bebé es un anhelo universal, que sin embargo puede vivirse de manera diferente según los continentes y las culturas. La fuerza de este deseo es con frecuencia desmedido, y el papel de los médicos, por supuesto, es el de saber acompañarlo y conducirlo, pero también, llegado el caso, saber ponerle límites cuando el riesgo es demasiado elevado para la mujer o para el bebé”.
Para la Dra. Belaisch-Allart, la principal limitación al deseo de tener hijos está vinculada a la edad de la mujer:
Las mujeres son cada vez más mayores cuando se deciden a tener un bebé. A menudo, esto se debe a que no han encontrado su príncipe azul. Por ello, debemos fomentar la autoconservación de ovocitos.
“El deseo se enraíza en la infancia. Desarrollamos ensoñaciones infantiles en torno a este deseo”, recuerda la psicoanalista Léa Karpel.