Si te apetece formar parte de los encuentros familiares, no vayas allí a pasarlo mal. No te fuerces a estar cerca de los niños o a felicitar a las embarazadas
La Navidad y el fin de año conforman un periodo bastante delicado para las parejas con dificultades para conseguir su embarazo. La que es la celebración familiar por excelencia puede convertirse en una auténtica tortura cuando el único regalo que uno desea es un niño. Después de estar todo el año esperando, llorando por no conseguirlo… ¿Cómo vamos a estar alegres y felices en familia durante la cena de Nochebuena? Con lo que hemos deseado ese bebé… ¡Hasta nos habíamos imaginado haciéndonos fotos con el barrigón bajo el árbol de Navidad!
Llevamos regalos para los demás, pero a la vez llegamos cargados de desilusiones, de rabia, dolidos y cansados… Por no hablar de los niños que corretearán por allí, impacientes delante del árbol, maravillados después con sus regalos… Todo ello nos recordará dolorosamente el vacío que no conseguimos llenar.
Sonrisas, ternura, y mucho amor alrededor de una fiesta que un año más no podemos compartir todavía con nuestro pequeño. Por si fuera poco, tendremos que alegrarnos (otra vez), por el embarazo de nuestra cuñada, que habíamos conseguido evitar durante todo el año, y ahora nos encontraremos de cara. Tendremos que contemplar el último sobrinito, no vaya a ser que parezcamos la tía amargada.
¿Cómo se hace para no fastidiar la fiesta a los demás, manteniéndonos impasibles e indiferentes? ¿Cómo mantenernos serenas cuando la pregunta de esa prima lejana -“¿Y vosotros qué, el bebé para cuándo?”- nos remueva por dentro? Siempre puedes responder que mirarás bajo el árbol por si Papa Noel te ha traído uno… Y si aun así tu prima no lo entiende, puedes añadir que, en realidad, le has pedido media docena y que puede que el calcetín quede corto…
Ten en cuenta que, en el fondo, no tienes por qué participar en las fiestas navideñas. Tus padres y tu familia próxima lo entenderán. Si, de todos modos, te apetece formar parte de estos encuentros familiares, no vayas allí para pasarlo mal. No te fuerces a estar cerca de los niños, ni a felicitar las barrigas de embarazadas. Otra opción puede ser pasarte a saludar y planear una actividad alternativa con tu pareja u otros amigos. Aprovecha estos días de tiempo libre y estas jornadas que se alargan para reponer fuerzas y resituarte con tu pareja. Es un bonito regalo tenerle al lado. Una pareja que te quiere y desea formar una familia contigo. Es precioso. Manteneros positivos ante el nuevo año que empieza. No hay ninguna razón para pensar que va a ser exactamente idéntico al que dejamos atrás… Vuestro deseo más querido tiene todos los motivos para llegar a hacerse realidad. Con paciencia, perseverancia y valor, lo conseguiréis, y apreciaréis mucho más este pequeño pedacito de felicidad que tanto habéis deseado.
A todos aquellos que todavía no serán papás este año, os deseo unas fiestas llenas de esperanza y rodeadas de gente delicada y amable.