Antes de lo que te imaginas, recuperarás la esperanza y volverás a creer en ello: este es un sueño que no se abandona tan fácilmente
Después de días, semanas, meses e incluso años imaginando, soñando y esperando, llega el ansiado día del test de embarazo, y el resultado no es el esperado. No estás embarazada. La decepción es tan fuerte como la esperanza que habías depositado en el tratamiento. Te sientes vacía, terriblemente vacía y perdida en este largo recorrido que se convierte en una lucha. ¿Cómo superar este fracaso? ¿Cómo encontrar la fuerza de aceptarlo, levantarse y empezar de nuevo?
En primer lugar, te puedes derrumbar. Sin vergüenza ni pudor. Es totalmente normal y natural hundirse: lo que estás viviendo es duro y difícil de aceptar. Llora y tómate el tiempo necesario para liberarte de esta rabia. No todos reaccionamos igual frente al dolor de un fracaso, una pérdida, una pena o incluso un duelo, y cada uno deberá tomar el tiempo que sea necesario. Es importante también expresar tu pena y tus emociones, bien sea cerca de tu pareja -que seguramente también tendrá necesidad de exteriorizar sus sentimientos- o cerca de una amiga. También puedes pedir cita con un profesional que te ayude a aceptar el fracaso y a sacar de ti la fuerza para volver a empezar. No dudes en participar en un grupo de apoyo en el que compartir y expresar lo que sientes con otras parejas que tengan las mismas dificultades que vosotros. Os sentiréis menos aislados.
Después, no te infravalores ni te culpabilices. No eres inútil, ni mucho menos, incapaz. Al contrario, eres una mujer luchadora, valiente y que se lo merece. Es importante que te cuides, te relajes, descanses, te distraigas y desconectes para recuperarte bien, tanto física como mentalmente. Tras ello, las cosas tendrán una mejor perspectiva.
No te olvides de pensar en positivo. Valora todo lo que tienes en tu vida y no te obsesiones con lo que no tienes. Lleva una vida lo más normal posible. Sal, ríe, relájate con tu pareja y con tus amigos. En cuanto al tratamiento, ten en cuenta que durante este ciclo, aunque el resultado no haya sido el esperado, tus médicos realizarán un chequeo que permitirá hacer los ajustes necesarios durante el próximo intento con tal de conseguir el embrazo lo antes posible.
Antes de lo que te imaginas, recuperarás la esperanza y volverás a creer en ello. Este es un sueño que no se abandona tan fácilmente. No pensarás más en el fracaso que acabas de sufrir, sino en los intentos que os quedan por hacer. No lo olvides: la infertilidad no es una adversidad, es un cerrojo del que estás a punto de dar con la llave.