Ten confianza en el futuro, esto te permitirá permanecer tranquila y no sentir ninguna emoción negativa
Juntarse a diario con las amigas, vecinas o compañeras embarazadas, o con recién nacidos o niños de corta edad, se convierte en un calvario cuando, para una, quedarse embarazada es una lucha constante. Las fiestas y las reuniones familiares se tiñen de angustia y de malestar. Se nos hace un nudo al oír los anuncios de embarazo de nuestro entorno.
En resumen, ¡nos gustaría vivir aisladas, encerradas en casa o exiliadas en una isla especialmente acondicionada para las infértiles! Pero, evidentemente, esto no es posible, y una se siente cada vez más sola e incomprendida.
¿Será que no estás suficientemente bien rodeada?
Si estás bien rodeada en medio de tu sufrimiento y tu lucha, te será más fácil aceptar el embarazo de las demás. El camino de la reproducción asistida es largo y doloroso: no dudes en acudir a un grupo de apoyo, una asociación, un coach o un psicólogo.
Trata de domar tu paciencia, ya que es precisamente la paciencia el arma que te permitirá recorrer con tranquilidad este camino hasta la maternidad algo más largo y caótico. Para ello, céntrate en otros proyectos. Descubre una nueva pasión, desarrolla tu espíritu creativo, persigue otros sueños…
Búscate la manera de refrescar la cabeza, un modo de relajarte. Ante un camino que puede durar varios meses, o incluso años, es importante no focalizar toda tu vida, tus relaciones sociales, de amigos y familiares exclusivamente en torno a este proyecto de bebé.
Ten confianza en ti misma. Tu camino hacia la maternidad es, simplemente, algo más largo que para la mayoría de la gente que conoces. Ten confianza en el futuro, esto te permitirá permanecer tranquila y no experimentar ninguna emoción negativa, ni ansiedad, ni envidia, ni rabia cuando estés en presencia de mujeres embarazadas o de padres primerizos.
Déjate llevar, relativiza las cosas y acepta la FIV. No te lo tomes como un fracaso personal y pasa el luto del bebé natural. Si esta fase no está superada, sufrirás cada vez que veas una barriga redonda. Acepta esta prueba y estas dificultades y lucha por conseguir tu objetivo.
Lo importante es que tienes soluciones al alcance de tu mano, que te sientas querida y motivada con el proyecto más hermoso que pueda existir y que goces de salud para abordar un embarazo y traer al mundo un bebé…
Siéntete contenta por todas esas mujeres que no tienen que vivir la experiencia a la que tú te estás enfrentando.
Un tratamiento de reproducción asistida es tan duro que no se le desea a nadie. Alégrate de que todavía haya parejas que no tengan necesidad de ayuda médica para crear una familia. Apóyate en la solidaridad y la ayuda mutua de estas mujeres, no les guardes rencor. Ten presente que es precisamente gracias a que otras mujeres conciban sin más dificultad por lo que dispones de otra solución, si fuera preciso: la donación de óvulos. Las mujeres que han hecho o que harán una o dos donaciones de ovocitoste permitirán conocer la felicidad de ser mamá…