Durante el embarazo, las mujeres pasan por múltiples etapas y pueden presentar distintos síntomas. Uno de las primeros es el sangrado de implantación, aunque solo aparece en un tercio de las mujeres gestantes. Si aparece este síntoma del embarazo, los expertos explican que no supone ningún tipo de riesgo para el buen desarrollo de la gestación.
Las mujeres que lo experimentan notan pérdidas más ligeras y amarronadas que las de una regla los días próximos a su menstruación. Aunque ambos procesos se pueden llegar a confundir, algunas claves para identificarlo son la ausencia de síntomas premenstruales y molestias propias del embarazo, aunque incluso es posible no tener sintomatología asociada.
¿Qué es y cuándo se produce el sangrado de implantación?
El sangrado de implantación es una ligera pérdida de sangre que se produce unos días después de la fecundación del óvulo. El óvulo fecundado viaja a través de la trompa de Falopio a medida que va multiplicando sus células hasta crear la estructura del blastocisto, que al llegar a la cavidad uterina debe implantarse en el endometrio (la mucosa que recubre las paredes internas del útero) para seguir su desarrollo. Este sangrado surge como resultado de la implantación y acople del embrión en el endometrio, una zona de alta irrigación por vasos sanguíneos que se pueden romper durante el proceso.
Suele aparecer, aproximadamente, entre el sexto y el décimo día tras la fecundación, en el momento en que el embrión ya se encuentra dentro del útero y se implanta en el endometrio. Esta fecha suele coincidir en el tiempo con aquella en que la mujer espera la menstruación, pero hay una serie de señales, que veremos en los siguientes apartados, que pueden ayudar a identificarlo correctamente.
¿Cuáles son los síntomas que identifican el sangrado?
Los síntomas que identifican el sangrado de implantación en el útero son parecidos a los que se sienten los días previos a la menstruación. Algunos, incluso, están relacionados con el embarazo. No obstante, cada mujer experimentará el proceso de manera diferente.
- Esta pérdida suele tener un color amarronado y es más ligero en cantidad y densidad que el de la menstruación habitual. Además, en cuanto a la duración, puede variar de unas horas a un par de días.
- Molestias abdominales. Entre otras señales también pueden estar molestias o dolores abdominales leves, además de sensación de pesadez en la tripa.
- Síntomas de embarazo. Asimismo, la mujer puede experimentar malestares relacionados con el embarazo como náuseas, mareos, fatiga, vómitos, e hinchazón de las mamas.
¿Cómo diferenciar entre el sangrado de implantación y la regla?
Hay varios indicios que permiten distinguir entre un sangrado de implantación y del que sucede durante menstruación. Entre ellos, se encuentran los siguientes:
- El color de la pérdida de sangre de la regla se asemeja más al rojo, mientras que el sangrado de implantación tiende más al marrón.
- La cantidad del sangrado de implantación es menor y también dura menos, entre unas horas y un par de días, mientras que con la menstruación el flujo es mayor y suele alargarse entre tres y siete días.
- Los expertos señalan, además, que el sangrado de regla va incrementándose con el paso de las horas, a diferencia del relacionado con la implantación, que es uniforme.
- Además, cuando se da el sangrado de implantación, suele ir acompañado de calambres en la parte baja del abdomen.
- Por último, el sangrado de implantación no viene precedido de los síntomas premenstruales, otra señal más que puede ayudar a identificarlo.
¿Afecta al desarrollo del embarazo?
El sangrado de implantación es un síntoma de embarazo que no experimentan todas las mujeres, únicamente una de cada tres. No obstante, los especialistas señalan que se trata de un acontecimiento natural que no supone ningún riesgo para el desarrollo del embarazo, ya que es solo una señal del aumento de irrigación en la zona donde se implanta el embrión.
Y es que este necesita adherirse al endometrio (el tejido que recubre el interior del útero), para alimentarse y obtener el oxígeno necesario para su desarrollo. Es en esta fase en la que el embrión se acopla cuando se produce la rotura de algunos capilares sanguíneos y aparece el sangrado de implantación.
El sangrado de implantación es una fase del embarazo derivado del acople del embrión en el endometrio, lugar donde se instala para continuar con su desarrollo. A pesar de que no aparece en todas las mujeres, se considera uno de los primeros síntomas del embarazo y se caracteriza por pérdidas marrones que pueden llegar a confundirse con la menstruación puesto que coinciden prácticamente en el tiempo.
Algunas señales para identificarlo son las propias características del sangrado (más amarronado que rojo; de textura más ligera; y de duración menor) así como la aparición de síntomas más relacionados con el embarazo (náuseas, vómitos, mareos, etc.) que con la regla.
En caso de tener un test de embarazo positivo y presentar un sangrado abundante o dolor intenso te aconsejamos consultar con tu ginecólogo para descartar cualquier otra posible causa del mismo.