Es importante adoptar buenos hábitos alimentarios antes de quedarse embarazada: hay que comer sano, regular y de forma equilibradaNo existe ninguna dieta milagrosa que ayude a conseguir el embarazo, pero sí que es cierto que cuando lo estamos buscando –y cuando este ya ha llegado– es importante seguir una alimentación sana, regular y equilibrada. Además de hacernos sentir bien, seguir unas buenas pautas alimentarias durante este periodo nos ayudará a adquirir unos hábitos de vida saludables que además podremos mantener en el futuro.
La nutricionista de Clínica Eugin, la Dra. Magda Carlas, nos ayuda a entender mejor cuáles son los hábitos qué debemos seguir durante este período de nuestra vida.
Cuando se busca el embarazo
“Desde el momento en el que buscamos el embarazo, hay que tener en cuenta el equilibrio de la dieta y especialmente el consumo de ácido fólico”, asegura la doctora. El ácido fólico se encuentra en los vegetales, especialmente en aquellos de hoja verde, como las espinacas, las acelgas o las lechugas. “
El ácido fólico ayuda a prevenir las malformaciones en el feto, como la espina bífida. En caso de no ingerirlo en cantidad suficiente, podemos recurrir a suplementos”
Cuando una mujer piensa en quedarse embarazada, tiene que cuidar su alimentación. Ante todo, sentido común y comer lo más sano posible: no es el momento para hacer dietas restrictivas, probar cosas nuevas o ser irregular con las comidas, todo lo contrario. “Tenemos que comer productos frescos, fruta y verdura diariamente, comer de forma variada y ser regular: es importante seguir los buenos hábitos todos los días”, asegura la doctora.
¿Qué se considera una dieta sana y equilibrada?
No todas las mujeres tienen en mente lo que significa seguir una dieta sana y equilibrada. Estos son algunos de los hábitos imprescindibles que toda mujer debería seguir, antes, durante y después del embarazo.
10 hábitos imprescindibles de una dieta equilibrada
1. Comer fruta y verdura a diario.
No basta con comer una pieza de fruta o verdura al día: este alimento tiene que estar presente en cada una de nuestras comidas.
2. Incluir el pescado en el 50% de nuestros segundos platos.
El pescado contiene mucho yodo, un nutriente que las mujeres necesitamos en este momento. Podemos combinar el aporte de proteínas del pescado con huevos.
3. Lácteos desnatados 2 veces al día.
Los lácteos son una gran fuente de calcio, un elemento que necesitamos especialmente para ayudar a conformar los huesos del bebé. Las personas con un peso normal pueden combinar yogures naturales con quesos bajos en grasa.
4. Evitar grasas saturadas e hidrogenadas.
Tenemos que intentar comer de la forma más natural posible: los alimentos, como menos procesados, mejor. Los embutidos, comidas precocinadas y la repostería, lejos de nuestra cocina.
5. Limitar excitantes: café y té.
El café tiene la mala fama, pero el té contiene igualmente un componente excitante: la teína. Conviene estar tranquilas, y para ello mejor consumir este tipo de bebidas con moderación.
6. Realizar siempre pequeñas ingestas.
Es recomendable evitar las grandes comilonas. Si nos acostumbramos a las pequeñas comidas, podremos evitar las digestiones copiosas y nos sentiremos mejor.
7. Comer cada 3 ó 4 horas en horarios regulares.
Hay que ser regular y comer siempre a la misma hora, del mismo modo que no tenemos que dejar pasar más de 4 horas sin ingerir nada. Es mejor realizar 5 comidas pequeñas que 3 grandes comilonas.
8. Evitar exceso de sales y azúcares.
La mayoría de alimentos naturales ya llevan la sal y el azúcar que nuestro cuerpo necesita: no le demos más.
9. Evitar alcoholes.
Esta es una bebida tóxica para nuestro organismo. Es necesario moderar su consumo, y en el caso de las mujeres embarazadas, evitarlo.
10. Variación de menús.
Además de distraernos y pasarlo bien en la cocina, mantener una dieta variada nos ayudará a disfrutar más de los que comemos. ¡Repetir es aburrido!