- El estudio no identifica diferencias en las tasas de supervivencia ni de fecundación de ovocitos vitrificados que estuvieron almacenados entre 4 y 8 años con respecto a los que se conservaron durante temporadas más cortas. Las tasas de embarazo y de bebé nacido se mantuvieron también altas.
- Para la investigación se analizaron más de 5.000 ciclos de fecundación in vitro en pacientes que emplearon óvulos de donante previamente vitrificados.
- Gracias a la congelación de óvulos o vitrificación ovocitaria se pueden guardar los óvulos maduros de una mujer para emplear en el futuro con la misma probabilidad de embarazo que había en el momento en que se hizo ese tratamiento.
- Eugin ha presentado en ESHRE 2022 un total de seis nuevos estudios, algunos de los cuales profundizan en el conocimiento de los óvulos y sus procesos con el objetivo de continuar ahondando en avances para la mejora de la calidad ovocitaria de las mujeres.
Investigadores de Eugin, centros de reproducción asistida y fertilidad, han corroborado que los ovocitos vitrificados durante largos periodos de tiempo, es decir, entre 4 y 8 años, mantienen intacta su calidad. Para ello, han analizado más de 5.000 ciclos de fecundación in vitro en pacientes que emplearon óvulos de donante previamente vitrificados.
Según las conclusiones, presentadas en el 38º Congreso Anual de la Sociedad Europea de Reproducción Humana y Embriología (ESHRE), que se celebra del 3 al 6 de julio en Milán, tras un análisis donde se tuvieron en cuenta un elevado número de variables, no se identificaron diferencias ni en tasas de supervivencia ni de fecundación en aquellos ovocitos almacenados entre 4 y 8 años con respecto a los que se conservaron durante temporadas más cortas. Las tasas de embarazo y de bebé nacido se mantuvieron también altas.
“Actualmente, la vitrificación de óvulos es el método más eficaz para la congelación de ovocitos y preservación de la fertilidad. Sin embargo, al ser una técnica relativamente reciente, ya que se empezó a usar de forma rutinaria hace unos 10 años, no se conocía el efecto del almacenamiento de los ovocitos en bancos de nitrógeno a largo plazo”, ha señalado el doctor Marc Torra-Massana, biólogo de Eugin e investigador principal del estudio.
En concreto, el método que se emplea en la vitrificación ovocitaria es la congelación ultrarrápida, mediante la que se sumergen los óvulos en nitrógeno líquido a -196ºC. De esta manera, las células se mantienen inalteradas durante un tiempo indefinido, hasta que se utilizan. En Eugin los ovocitos se conservan en unos recipientes de última generación conocidos como tanques de nitrógeno líquido en fase vapor.
Vitrificar óvulos para preservar la fertilidad
La congelación de óvulos o vitrificación ovocitaria se utiliza para la preservación de la fertilidad de la mujer. Con esta técnica se pueden guardar los óvulos maduros de una mujer para emplear en el futuro con la misma probabilidad de embarazo que en el momento en que se hizo ese tratamiento. Por ejemplo, una mujer podría vitrificar sus óvulos con 29 años y utilizarlos con 40, conservando la probabilidad de embarazo del momento de la vitrificación.
La vitrificación ovocitaria se emplea por motivos médicos, es decir, en pacientes que se someten a tratamientos muy agresivos para su fertilidad, como los oncológicos, o a cirugías ginecológicas; y también se recurre a ella por motivos sociales, es decir, si la mujer decide posponer la maternidad por motivos personales.
Este procedimiento se suele realizar para mujeres de hasta 40 años (aunque se aconseja especialmente para las de menos de 35) que en el futuro quieren ser madres, ya que según la edad que tenga la mujer en el momento de la congelación de ovocitos, la tasa de éxito del tratamiento de congelación de óvulos varía. Por esta razón, cuanto más joven se preserva la fertilidad, mejores tasas de éxito se registran.
“Los resultados de este estudio, en el que hemos trabajado durante 8 años, entre 2013 y 2021, suponen un paso más en el conocimiento de la vitrificación aplicada a la criopreservación de ovocitos. Nos permiten concluir que esta técnica es una buena alternativa para pacientes jóvenes que requieran conservar sus óvulos a largo plazo, al tiempo que aportan nuevos escenarios en los programas
Hallazgos para la mejora de la calidad ovocitaria
Eugin ha presentado en ESHRE 2022 un total de seis nuevos estudios, algunos de los cuales profundizan en el conocimiento de los óvulos y sus procesos. El objetivo es continuar ahondando, desde una perspectiva científica, en avances para la mejora de la calidad ovocitaria de las mujeres con el fin de ofrecer respuesta a las demandas sociales derivadas, entre otros, del retraso de la maternidad.
En este sentido, uno de los trabajos, liderado por la investigadora de Eugin Sara Pietroforte, ha profundizado en el hasta ahora poco estudiado proceso de splicing, responsable de la regulación de los genes, revelando que juega un papel fundamental en las etapas finales de la maduración del ovocito, que son decisivas para conseguir embriones de buena calidad.
Por otro lado, el doctor Filippo Zambelli, investigador de Eugin, ha presentado un estudio que señala que los ovocitos de mujeres de edad reproductiva avanzada tienen un metabolismo reducido comparado con las mujeres más jóvenes, lo que se asocia a una tasa de maduración más baja, identificando, así, un posible factor para la mejora de ovocitos entre las mujeres más mayores.
Práctica clínica con embriones mosaico
Otra de las investigaciones que Eugin ha dado a conocer en ESHRE 2022, encabezada por la investigadora Mina Popovic, sentará un nuevo precedente en la manera en que los centros de reproducción asistida afronten la práctica clínica con los embriones mosaico. Hasta el momento, el empleo de estos embriones, que presentan una mezcla de células sanas con otras alteradas y que, por tanto, no se pueden clasificar como totalmente aptos o no aptos, es principalmente decisión de las clínicas y de los pacientes. Debido a la escasa información científica sobre estos embriones, únicamente se están usando un 10% de ellos.
El estudio, que ha contado con la colaboración de 18 centros de reproducción asistida y ocho laboratorios de detección de anomalías embrionarias (PGT-A) en cinco países (Brasil, Estados Unidos, España, Argentina y Bélgica), revisó un total de 36.395 análisis, concluyendo que hay mucha disparidad de criterios entre laboratorios respecto al diagnóstico de embriones mosaico, disminuyendo las posibilidades de éxito de un tratamiento de reproducción asistida, ya que, por prevención, en la mayoría de los casos se descartan.
En este sentido, la investigación apuesta por continuar profundizando en este campo, al tiempo que recomienda dejar de utilizar esta clasificación en la práctica clínica. “En este momento permanecen dudas sobre el impacto de las técnicas de análisis, además de la interpretación de los resultados obtenidos, cuando se habla de embriones mosaicos. Debido a las grandes disparidades entre laboratorios de análisis, la aplicación de este diagnóstico suele generar incertidumbre y, tal y como se produce hoy en día, podría llegar a perjudicar las probabilidades de éxito de los tratamientos, especialmente en mujeres con muy pocos embriones”, ha señalado Popovic.