Un aborto diferido, también denominado aborto retenido, es la detención del embarazo sin signos de expulsión espontánea del embrión o el feto de manera inmediata. De ahí el nombre de este tipo de aborto espontáneo, ya que la expulsión del embrión o del feto tiene lugar días o semanas después de que ocurra. Si el saco gestacional permanece en el cuerpo de la gestante pasado cierto periodo de tiempo, ya sea de forma completa o parcial, los médicos pueden llevar a cabo procedimientos farmacológicos o quirúrgicos para expulsarlo del útero de la embarazada definitivamente.
Este tipo de aborto espontáneo solo puede confirmarse completamente mediante ecografía o análisis de la hCG (hormona gonadotropina coriónica humana). De hecho, si bien son conocidas las situaciones en las que el embrión no se desarrolla correctamente o se produce la pérdida del embarazo antes de la semana 22 –los abortos tienen una prevalencia de en torno al 25%–, el riesgo de aborto diferido en porcentaje es inferior al 1% de los embarazos.
Factores de riesgo y causas de aborto diferido
- Edad gestacional avanzada: como por ejemplo si se trata de un embarazo después de los 40 años. A partir de esta edad, las mujeres tienen un mayor riesgo de aborto espontáneo en comparación con mujeres más jóvenes.
- Anemia gestacional: la anemia durante el embarazo es una afección relativamente común que puede afectar negativamente no sólo al curso del embarazo y el parto, sino también al feto o al recién nacido. Además de aumentar el riesgo de aborto, también puede llevar a un parto prematuro o a un retraso del crecimiento uterino.
- Infección del tracto urinario (ITU): al fluir más sangre a través de los riñones y verse reducida la capacidad de la vejiga, puede ocurrir que la orina regrese a los uréteres, lo cual puede contribuir al desarrollo de infecciones del tracto urinario durante el embarazo. En este caso, si no se trata la ITU, esta puede derivar en algunos casos en aborto.
- Abortos previos: las mujeres que han tenido dos o más abortos espontáneos consecutivos tienen un mayor riesgo de sufrir un aborto diferido.
Aunque estos factores predispongan, no quiere decir que siempre ocurra una pérdida de embarazo si existen. Muchos embarazos avanzan sin complicaciones teniendo estos factores de riesgo.
Señales o síntomas del aborto diferido
Los síntomas de un aborto retenido pueden variar y muy a menudo no se presenta de la forma en que lo hacen la mayoría de los abortos espontáneos. Esto se debe a un hecho básico: no hay expulsión del embrión del cuerpo de la mujer. En cierto sentido, el cuerpo actúa como si el embarazo todavía estuviera en curso. No es probable que este tipo de aborto espontáneo cause sangrado intenso o dolor intenso, a veces solo hay síntomas muy leves. Otros síntomas, como el flujo vaginal o la pérdida de líquido amniótico, tampoco se notan.
Es decir, el diagnóstico del aborto diferido se revela de una manera especial, normalmente durante una visita al médico y mediante una ecografía. Durante este examen, el ginecólogo generalmente encuentra los siguientes signos de un aborto espontáneo retenido:
- Insuficiencia cardiaca fetal.
- Cierre cervical.
- Falta de agrandamiento del útero.
- Disminución de los síntomas del embarazo.
- Disminución en el nivel de la hormona hCG.
¿Cuál es el mejor tratamiento para un aborto diferido?
El manejo del aborto espontáneo diferido puede variar según la situación y las preferencias de la mujer. Las opciones de tratamiento incluyen:
- Manejo expectante: en muchos casos, el cuerpo de la mujer expulsa naturalmente el tejido fetal días o semanas después si el embarazo no evoluciona. En estos casos, el médico puede optar por un manejo expectante, lo que significa esperar a que el cuerpo complete el proceso de forma natural.
- Dilatación y legrado: si el cuerpo no expulsa todo el tejido fetal de manera natural, se puede realizar un legrado. Este es un procedimiento médico en el que se dilata el cuello uterino y se retiran los tejidos que están dentro del útero. Se suele realizar con sedación.
- Medicamentos: en algunos casos, se pueden administrar medicamentos para ayudar al cuerpo a expulsar el tejido fetal y completar el aborto.
- Aspirado al vacío: en lugar de un legrado, se puede realizar un procedimiento de aspirado al vacío para eliminar los restos del embarazo del útero.
En resumen…
El aborto diferido es una experiencia difícil desde el punto de vista psicológico para las mujeres y también para sus parejas. Es, por lo tanto, crucial abordar este tema con empatía y comprensión, brindando apoyo emocional y físico a quienes lo sufren.
Si una mujer experimenta síntomas de aborto diferido, es fundamental que busque atención médica para recibir un diagnóstico adecuado y el tratamiento necesario. Aunque las causas exactas pueden variar, es esencial recordar que muchas veces no se puede prevenir, que el cuerpo de la mujer suele recuperarse físicamente con el tiempo y que es posible volver a concebir tras un aborto en la mayoría de los casos.