Artículo de Kate Brian, periodista y autora de 4 libros sobre maternidad y fertilidad
Una de las cosas más difíciles de organizar cuando se sigue un tratamiento de reproducción asistida es combinar el trabajo con las visitas a la clínica. Para ello, es importante saber exactamente cuánto tiempo vamos a tener que ausentarnos del trabajo y si esto puede resultar un problema, especialmente si tienes un responsable poco comprensivo.
Antes de empezar el tratamiento, será de gran ayuda hablar con el equipo que nos lo coordina, para saber exactamente qué implicará. Ellos te podrán decir cuántas veces tendrás que visitar la clínica y en qué fechas. Si además prevés que necesitarás realizar varias visitas a una clínica local para las pruebas médicas durante las primeras fases del tratamiento, infórmate de sus horarios y disponibilidad. De esta manera, podrás asegurarte que puedes encajar estas visitas con tu horario laboral, lo que hará tu vida mucho más fácil.
Las mujeres a menudo se preocupan por si deberían volver al trabajo al finalizar el tratamiento durante el período de la betaespera, pero en general no es necesario ausentarse del trabajo durante esos días –a no ser que exista una razón específica para hacerlo. Es bueno que te mantengas ocupada mientras esperas para saber si el tratamiento ha funcionado, y es poco probable que trabajar tenga cualquier tipo de impacto negativo. Algunas mujeres, sin embargo, sienten que no tendrían que estar trabajando durante la betaespera: se trata de una decisión personal.
Decidas lo que decidas, probablemente necesitarás tomarte algunos días libres durante el tratamiento. Puedes elegir cogerte días de tus vacaciones anuales, y si realizas el tratamiento en el extranjero, puedes reservarte días con antelación y decirles a tus compañeros y a tu responsable que te vas de vacaciones. Esto puede hacerlo todo más fácil, ya que nadie te preguntará por qué faltas al trabajo, aunque puede ser un poco difícil si no sabes exactamente las fechas de los viajes.
En algunas empresas se pide a los trabajadores que reserven sus vacaciones con mucha antelación. Si este es tu caso, puede ser necesario que cojas una baja por enfermedad o le digas a tu responsable que necesitas más flexibilidad para reservar tus vacaciones. Los problemas de fertilidad son algo muy personal, y no tienes por qué contarlos en tu trabajo. Si estás preocupada, puede ayudarte comentarlo con tu médico de familia: si te ausentas unos días por baja por enfermedad durante el tratamiento, seguro que en tu trabajo te apoyarán.
Según una encuesta realizada en 2006 por la organización inglesa Infertility Network, prácticamente un tercio de los pacientes con problemas de fertilidad eligen no contarlo en el trabajo, y una de las principales razones es la ansiedad que les causa pensar que esto podrá tener consecuencias en su carrera profesional. Afortunadamente, en algunas empresas ya existen políticas de recursos humanos que contemplan la posibilidad de permitir a sus trabajadoras ausentarse para poder realizar un tratamiento de reproducción asistida, darles la opción de cambiar sus horarios o bien coger una excedencia, si es necesario.
En cualquier caso, lo más importante es tener previsto cuánto tiempo vas a tener que faltar al trabajo durante el tratamiento para poder planificar lo que vas a hacer. Puede que estos planes cambien durante el proceso, pero lo importante es que evites causarte un estrés adicional; seguir el tratamiento es mucho más fácil si desde el principio te sientes cómoda combinándolo con el trabajo.