Tener en cuenta el ciclo ovulatorio e identificar los días propicios para las relaciones es una opción para aumentar las probabilidades de embarazoSolo una de cada cuatro mujeres consigue quedarse embarazada de forma espontánea durante el primer mes de relaciones sexuales sin protección. Esta cifra no va siempre ligada a problemas de fertilidad: la nuestra es una de las especies de la tierra con el índice de reproducción más bajo. Cuando no existe un problema de infertilidad, seguir de cerca el ciclo natural de la mujer puede ser una buena opción para aumentar las probabilidades de embarazo.
“El ciclo natural con relaciones sexuales programadas es una opción recomendable para aquellas parejas que no se consideran infértiles” explica la Dra. Clara Colomé, especialista en reproducción asistida de la clínica Eugin. “Observando de cerca el ciclo ovulatorio de la mujer”, añade, “podemos identificar cuáles son sus días más fértiles y por lo tanto los más propicios para tener relaciones y conseguir el embarazo”.
La edad: un factor clave
Tener en cuenta el ciclo natural para programar las relaciones sexuales y aumentar así las probabilidades de embarazo es una opción sólo válida para aquellas parejas que lleven un tiempo determinado buscando el embarazo. En el caso de mujeres mayores de 35 años, podrán recurrir a ella si llevan menos de seis meses intentándolo y en el caso de las menores de 35 años, podrán hacerlo si llevan menos de un año.
Por otro lado, para recurrir a la opción del ciclo natural es necesario que la mujer tenga un ciclo ovulatorio regular, es decir, ciclos constantes de entre 25 a 35 días desde una menstruación hasta la siguiente. “Para identificar los días fértiles”, explica la Dra. Colomé, “hay que restar 14 días para determinar cuándo tendrá lugar la ovulación. Así, para una mujer con un ciclo natural de 28 días, el periodo de ovulación se situará en el día 14, mientras que para una mujer con un ciclo de 25 días, en el día 11: ese será el día más propicio para mantener relaciones sexuales”, afirma.
Aplicación en la reproducción asistidaCuando las parejas no pueden lograr el embarazo de forma natural y es necesario recurrir a las técnicas de reproducción asistida, se utilizan test de ovulación para determinar con la mayor precisión posible el periodo de ovulación. Esta monitorización del ciclo se concreta en una ecografía y en ocasiones, en un análisis de sangre para evaluar los niveles hormonales. El ciclo natural se sigue junto con la inseminación artificial en los casos de mujeres fértiles con un ciclo regular que no tienen pareja. El test de ovulación sirve para indicar el momento más adecuado para proceder a la inseminación con las mayores probabilidades de embarazo.
En los casos que requieren una fecundación in vitro, también es posible recurrir al ciclo natural. Por ejemplo, en casos de mujeres con problemas de obstrucción en las trompas que necesitan recurrir a esta técnica para conseguir el embarazo. Si por la razón que sea, prefieren evitar la estimulación ovárica o si su organismo no responde a este tratamiento, se puede optar por el ciclo natural. Una vez identificado el periodo de ovulación, se extraerá el óvulo en el momento óptimo para poder fecundarlo y posteriormente transferir el embrión resultante en el útero de la mujer.
Seguir el ciclo natural para aumentar las probabilidades de conseguir un embarazo es una posibilidad recomendable sólo para ciertos casos, sin embargo si tras seis ciclos no da resultado, es recomendable acudir a un especialista de reproducción asistida para que nos indique cuál es la opción de tratamiento más adecuada.