Una de las mayores causas de infertilidad femenina es el síndrome del ovario poliquístico. Se trata de un trastorno hormonal que afecta prácticamente a una de cada diez mujeres y del que es difícil especificar el origen: éste puede deberse a alteraciones genéticas, factores ambientales o a otros componentes aún desconocidos que producen una alteración hormonal que desencadena el síndrome.
Este trastorno hormonal se considera una de las causas principales de infertilidad femenina
Las pacientes que tienen este trastorno padecen como mínimo dos de los tres siguientes síntomas: por un lado, tienen ciclos menstruales muy irregulares y es habitual que muchos meses no ovulen. Por otro lado, presentan ovarios de aspecto poliquísticos en la ecografía; es decir, ovarios con mayor tamaño de lo normal y con un gran número de folículos.
Este síndrome hay que diferenciarlo claramente de las mujeres que simplemente presentan ovarios de aspecto multifolicular en la ecografía. Este último hallazgo puede estar presente hasta en el 40% de las mujeres prepuberales y no comporta ninguna patología.
El tercer signo más frecuente es el hiperandrogenismo. Debido a las alteraciones hormonales producidas por este síndrome, el organismo produce mayor cantidad de hormonas masculinas.
Todo ello puede producir síntomas como hirsutismo (crecimiento excesivo de vello en el cuerpo), acné o alopecia.
Además de estas alteraciones, es frecuente que estas mujeres tengan problemas en la absorción de los azúcares que hace su organismo. Presentan una resistencia a la insulina, y tienen unos niveles de esta hormona superiores a lo habitual. Todo ello provoca que una de cada dos mujeres afectadas por el síndrome padezca obesidad y que además puedan tener también diabetes.
Dificultades para lograr el embarazo natural
El desequilibrio hormonal que sufren estas mujeres repercute directamente sobre su fertilidad. Al alterar sus ciclos menstruales, en muchos casos la ovulación no se llega a producir. Sin una ovulación regular, lograr el embarazo natural resulta más complicado.
“En pacientes jóvenes que aún no han mostrado un deseo de quedarse embarazadas” explica la Dra. Rebeca Beguería, especialista en reproducción asistida, “se recomienda seguir una dieta, realizar deporte de manera habitual y controlar los niveles de azúcar, con fármacos si fuera necesario”, añade.
“Siguiendo estas pautas de estilo de vida saludable, en algunos casos se ha visto que las mujeres consiguen ovular de forma regular y pueden lograr el embarazo de forma natural”, asegura la doctora.
Cuando esto no sea posible y el embarazo no llegue de forma espontánea, la opción más recomendable será acudir a un especialista. Según cada caso, el médico les indicará seguir un tratamiento de reproducción asistida -bien sea con una inseminación artificial o una fecundación in vitro– estimulando previamente los ovarios con tratamientos que aseguran que la ovulación se produzca.
“En cualquier caso”, asegura la Dra. Begueria, “es recomendable consultar siempre con el médico puesto que, según el grado de afectación, el tiempo de búsqueda del embarazo y la edad de la mujer, las recomendaciones y el tratamiento serán diferentes”, concluye.