Cuando buscas quedarte embarazada, el tratamiento puede absorberte. Preservar el interés por todo lo que te atrae y te hace feliz te ayudará a mantener el equilibrio
Cuando estás pasando por pruebas de fertilidad y tratamientos de reproducción asistida, todas tus energías están inevitablemente focalizadas en quedarte embarazada. Desde luego, es alentador saber que avanzas en este viaje tan especial, pero con frecuencia puede que domine tu vida. Hasta llegar a sentir que tener un hijo es lo único que importa, y descubrirte totalmente centrada en algo que no tienes..
¿Qué es importante para ti?
Si echas la vista atrás y piensas en cómo era tu vida antes de que comenzases a buscar el embarazo, probablemente había todo tipo de cosas que eran importantes para ti: tu pareja, tu trabajo, tu casa, tu familia, tus aficiones. Una vez que sabes que necesitarás ayuda para quedarte en estado, es posible que tu interés en algunas de ellas comience a disminuir. Incluso puede darse el caso de que te sientas resentida con algunas de esas cosas que tanto habían significado para ti.
Quizá pienses que tu trabajo te estresa demasiado y que podría alterar tu fertilidad o tal vez prefieras no pasar tiempo con tu familia si tienes la sensación de que no entienden por lo que estás pasando. No es ninguna sorpresa que tus intereses se reduzcan y que las dificultades para quedarte embarazada pasen a ser tu centro de atención. Y, al mismo tiempo, aquello que una vez había sido importante en tu vida puede empezar a desvanecerse.
Tratar de mantener un cierto equilibrio puede ser increíblemente complicado cuando buscas quedarte embarazada, pero es esencial que no descuides esas otras cosas que te importan. Naturalmente, estas pueden cambiar a medida que realizas tests médicos y avanzas en el tratamiento, y lo que más te interesa puede variar. Así, por ejemplo, tu trabajo puede pasar a un segundo plano mientras tu pareja se convierte en mucho más importante.
Pensar en positivoIntenta recordar que todas las cosas buenas de tu vida no desaparecen cuando estás atravesando problemas de fertilidad, lo que ocurre es que a veces es difícil ver que siguen ahí. Quizá tengas un matrimonio feliz, un hogar encantador, un trabajo fantástico, una madre o una hermana que te quieren, o una amiga extraordinaria. Y a lo mejor lo que te va es practicar deporte, viajar, bailar o cantar. Tal vez tengas la sensación de que ahora no tienes mucho tiempo para oxigenar tu mente o para aquellas cosas que te hacían feliz, pero no deberías ignorarlas completamente.
Un ejercicio que te puede ayudar mucho a pensar de una manera más positiva en tu vida es buscar algo de tiempo cada noche para evaluar cómo te ha ido el día, encontrar tres cosas buenas que te hayan pasado y anotarlas.
Es posible que al principio te resulte difícil cuando tengas días de esos que te ponen a prueba, ¡pero tampoco es necesario que hayas ganado la lotería o coronado el Everest! Se trata de pequeños acontecimientos que te han ido bien, que te han hecho sentir mejor o por los que estás agradecida. Algo tan simple como haberte escaparte de la oficina a la hora de comer para tomarte un respiro, encontrarte con una amiga en la calle, escuchar tu música favorita, asistir a una clase de yoga, recibir un correo electrónico de un viejo amigo, disfrutar de un largo baño, haber dormido profundamente toda la noche…
Hay muchas otras pequeñas cosas que suceden a diario que pueden parecer insignificantes, pero que, al repasar los momentos de la semana que han valido la pena, descubres que te han ayudado a sentirte más animada. Aunque estés inmersa tu viaje hacia la maternidad, puedes estar segura de que en tu vida hay muchas otras cosas más.