La concepción y el embarazo son un buen momento para adoptar hábitos más saludables
Siempre es recomendable llevar un estilo de vida saludable, pero cuando se decide tener un hijo, esta recomendación se convierte en casi una obligación. A menudo no los tenemos en cuenta, pero existen muchos factores que inciden en nuestras posibilidades de concebir. En este sentido, es muy importante cambiar ciertos hábitos a fin de crear las mejores condiciones para el momento de la concepción y el posterior periodo de gestación.
Tabaco
En las mujeres, el consumo de tabaco dificulta el embarazo y puede avanzar la edad de inicio de la menopausia. En el caso de los hombres, su consumo genera procesos oxidativos que deterioran la calidad del semen.
Alcohol
El consumo de alcohol debe restringirse durante el embarazo. Beberlo durante la gestación puede conllevar partos prematuros, más probabilidades de aborto y bajo peso del recién nacido. En el caso de los hombres, el alcohol afecta a la calidad del semen, ya que inhibe la producción de testosterona.
Drogas y medicamentosEl consumo de drogas y medicamentos causa alteraciones en la fertilidad tanto masculina como femenina. Se sabe que la marihuana, por ejemplo, altera las señales neuroendocrinas que intervienen en el proceso reproductivo y que predispone a la aparición de anomalías neurocomportamentales entre los hijos.
En cuanto a los ansiolíticos, las mujeres han de evitar totalmente su toma durante los tres primeros meses de embarazo. Por su parte, los hombres que recurren a anabolizantes deben saber que, además de causarles disfunción eréctil, el consumo de estas sustancias les reducirá la producción de espermatozoides, pudiendo llegar a causarles incluso azoospermia (ausencia de espermatozoides en el semen).
Cafeína
El café es una bebida tan común en nuestro día a día que, en ocasiones, parecemos olvidar sus propiedades estimulantes. Sin embargo, debemos tener en cuenta que esta bebida actúa como una droga psicoactiva y un consumo excesivo puede llegar a aumentar la propensión a la infertilidad y los abortos. Para evitar estos riesgos, recomendamos no tomar más de dos tazas al día.
Obesidad o delgadez extremaLas mujeres consideradas obesas -con un índice de masa corporal igual o superior a 30- tienen más dificultades para concebir. En su caso, pueden producirse alteraciones endocrinas y metabólicas que afectan a la fertilidad, conllevando abortos y otras complicaciones obstétricas. En el caso de los hombres, está demostrado que existe una relación entre obesidad y mala calidad del semen.
En los casos de delgadez extrema, las posibilidades de concebir también se complican. Las mujeres con un índice de masa corporal inferior a 18,5 son más proclives a padecer una disfunción ovárica, que produce cambios en la menstruación por falta de un déficit de los nutrientes necesarios.
Estrés
Uno de los males de nuestro tiempo es el estrés, que afecta también a nuestra capacidad reproductiva, disminuyendo el deseo sexual y en consecuencia la frecuencia de las relaciones sexuales. Además, el estrés puede reducir también la frecuencia de las menstruaciones y llegar a interrumpir incluso la ovulación.
Entorno
Tanto el medio en el que vivimos habitualmente como en el que trabajamos influyen en nuestra calidad de vida. Por este motivo, es muy recomendable evitar el contacto con tóxicos químicos o físicos, así como la exposición a riesgos laborales que puedan tener efectos negativos sobre nuestra salud general, y nuestra salud reproductiva en particular.
Si tenemos alguno de estos hábitos, es muy recomendable empezar a cambiarlo. En este sentido, debemos aprovechar la motivación de los meses previos al embarazo para dar un giro positivo y mejorar nuestro estilo de vida.